La esquizofrenia es una enfermedad mental por la cual una persona presenta varias personalidades. Lo mismo sucede con el UNICEF, pues si bien realiza algunas obras solidarias concretas correctas y necesarias, al mismo tiempo, por la ideología que se encuentra detrás de la Organización de Naciones Unidas a la cual pertenece, se convierte paradójicamente también en un peligro para la niñez. Algo así como INPPARES en el Perú, que tiene una cara buena para aparentar, que es la de servicio de salud diversos, pero por otro lado, como filial de la IPPF, financió la despenalización de relaciones sexuales con menores, promovió la “píldora del día siguiente” y la mayor difusión del misoprostol en el Perú, que es utilizado como píldora abortiva de manera clandestina. O como Manuela Ramos que se asocia con Avon para impulsar campañas en contra de la violencia contra la mujer, pero por otro lado promueve la despenalización del aborto (¿sabrá Avon con quién se junta?).
En el caso del UNICEF pasa lo mismo: detrás de su cara bonita se encuentra la ideología de la OMS, y esto es lógico como habíamos señalado en un post anterior:
Como habíamos señalado en ese post, no solamente el UNICEF ha presionado a lo largo de su historia que se despenalice el aborto en diversos países, sino que además que parte del “material de salud” del UNICEF era un “kit de embriotomía”. Que se llame “embriotomía”, es producto de una filosofía abortista, porque es considerar al embrión como parte del cuerpo de la mujer. El sufijo griego “tomía” en medicina significa separación o extracción de un órgano o parte de un órgano de una persona. Por ejemplo: lobotomía, apendisectomía, histerectomía, etc.
Pero la última maniobra del UNICEF en el Perú la hizo asociada con PROMSEX, una ONG que todos sabemos impulsa el aborto y la agenda homosexual en el Perú. Como denunció en su Boletín 220 el Population Research Institute (PRI), la Comisión de la Mujer rechazó una vez más el pedido del UNICEF y PROMSEX para que el Estado peruano distribuya todo tipo de anticonceptivos a menores de edad sin el consentimiento de sus padres. El rechazo a este pedido tuvo lugar en la mesa de trabajo sobre el proyecto de ley del Nuevo Código de la Niñez y la Adolescencia el pasado viernes 15 de noviembre.
Esto es interesante: ¿qué hace el UNICEF en estas componendas con Promsex? Muy sencillo: cumpliendo la ideología de la ONU. Si nos fijamos en su página web de Unicef en el Perú, parte de su parte de su “estrategia de trabajo se basa en conjugar esfuerzos y voluntades para proteger los derechos de la niñez y adolescencia peruana, conjuntamente con aliados y contrapartes nacionales, la cooperación internacional y las agencias hermanas del sistema de Naciones Unidas”.
Como informa el PRI, la congresista Verónika Mendoza, ya conocida por su alianza con las ONG que buscan despenalizar el aborto, y cae por segunda vez en este despropósito, pues ya lo había intentado en noviembre del 2012, al promover con el respaldo de UNICEF que bajo el término Servicios de Salud sexual y reproductiva se diera “la distribución de todo tipo de anticonceptivos a los adolescentes desde los 14 años”.
Pero esta no es la primera ocasión que el UNICEF trata de introducir los “derechos sexuales y reproductivos” para los menores de edad, y siendo indiferente a la potestad de los padres. En Octubre de 2012, el director del UNICEF señalaba que en el Perú, ”se recorta su participación y opinión, y se limita la información sexual y reproductiva de los adolescentes al permitirla solo bajo autorización de sus padres”. (ver nota de El Comercio).
El PRI en su informe señaló que la principal discusión se dio en torno al artículo 27 del proyecto de Dictamen y a la vigencia de la Patria Potestad. El consenso de especialistas y asesores dejaron de lado la propuesta de la asesora de la congresista Mendoza, pues en el fondo proponía que el Estado interviniera en la vida sexual de los niños y adolescentes sin tener en cuenta a sus padres. La representante de UNICEF explícitamente propuso incluir los “Servicios de Salud Reproductiva” desde los 14 años de forma confidencial, sin necesidad de la presencia de los padres”.
Por lo tanto, padre de familia, si estás en contra del aborto y deseas tú ser el responsable de la educación sexual de tu hijo y que no te lo quite el Estado no compres tarjetas de Navidad del UNICEF. Ahora si además eres católico, esas no son tarjetas de Navidad sino tarjetas “políticamente correctas”, en donde no se celebra la Navidad sino sólo una fiesta con contenido neutro. Nada de Dios, solo un sentimiento.
NO COMPRAR TARJETAS NAVIDEÑAS DE UNICEF
Padre de familia: ¿Por qué no debes comprar tarjetas de Navidad del UNICEF