Categorías

Suscríbase a nuestras noticias

¿Lo sabía?

Documento sin título

Visitas

Facebook de Perú defiende la Vida

La trampa semántica del “aborto terapéutico”

CAMBIO MAGICO1 La trampa semántica del “aborto terapéutico”Por César Félix Sánchez Martínez

El pasado viernes 27 de junio, el Ministerio de Salud emitió la Guía Técnica Nacional para la estandarización del procedimiento del llamado “aborto  terapéutico”. ¿Qué se puede desprender del asunto? ¿Estamos ante un simple proceso administrativo de rutina de un ministerio o existe un trasfondo mayor?

1. Los apuros misteriosos

Antes de intoxicar el debate con referencias confusas o efectistas cuyo único objetivo es manipular al público momentáneamente, es necesario ir hacia los principios, hacia los fundamentos.

La ley fundamental que regula la vida política de nuestro país es la Constitución de 1993, que establece en el artículo  2, del capítulo primero del título primero lo siguiente: El concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le favorece. Cualquier norma de rango menor que contradiga este aserto, implícita o explícitamente, es inconstitucional o nula, sea cual fuere el caso. Si los partidarios de la despenalización del aborto de cualquier índole – o de los sucedáneos que para efectos prácticos son lo mismo, como en este caso –desean implementar sus proyectos, pues deberán recurrir a los mecanismos usuales que establece nuestro ordenamiento jurídico para la reforma constitucional. Actuar de otra forma, aun si se trata de un organismo del estado, es poco menos que un golpe contra la Constitución.

Considerando que, respecto de esta Guía,  la Federación Médica Peruana –ente que reúne casi a la totalidad de los facultativos del país – ha dicho, por boca de su presidente Jesús Bonilla, que el “Protocolo no sirve para nada[1], rechazándolo de forma categórica, pues ciertamente crece la impresión de que se trata de un documento, en el mejor de los casos, precipitado y descabellado. ¿Será simplemente una chapuza administrativa de algún desavisado? ¿O existe alguna intención oculta?

2. Una entelequia abstracta y una  trampa semántica

Los defensores de la Guía –que, fuera de algunos opinólogos confundidos y mal informados y sus seguidores en las redes sociales, son curiosamente los que defienden también la despenalización general del aborto – sostienen que el aborto terapéutico en el Perú ya está  “regulado” desde 1924. El artículo de marras, el 119 del Código Penal, tipifica el aborto no punible –bajo ningún caso lo “legaliza” o “regula” -: No es punible el aborto practicado por un médico con el consentimiento de la mujer embarazada o de su representante legal, si lo tuviere, cuando es el único medio para salvar la vida de la gestante o para evitar en su salud un mal grave y permanente. No se menciona aquí ni legalización ni nada por el estilo, ni mucho menos el llamado “aborto terapéutico”, que –como veremos más adelante – no existe más que como trampa semántica. Aquí se reconoce la no punibilidad de un caso específico, por ejemplo cuando el aborto es consecuencia indirecta de un tratamiento realizado para evitar que la madre muera o padezca de un mal grave o permanente o cuando se recurre a él como última medida para evitar que eso suceda, haciéndose una importante salvedad: que es  cuando se trata  del único medio para salvar la vida de la gestante o evitar un mal grave y permanente. Implícitamente se atribuye el discernimiento de esta condición al médico, en particular, y a la ciencia médica en general.

Como lo saben bien los médicos, la situación con respecto a este único medio de salvar la vida ha variado –por obra de la ciencia médica – llegándose cada vez más a la situación en que el caso de una condición donde deba elegirse fáusticamente entre la vida del bebé o de la madre ha pasado a constituirse en una entelequia abstracta, un caso teórico casi imposible, más para ejemplos de casuística, acertijos capciosos e irresolubles o trampas semánticas con fines ideológicos, fabricadas para conmover y manipular al público. Aun en los casos improbables en que, por limitaciones en los recursos o cualesquiera motivos, se acerque un caso en algo a esta entelequia abstracta, pues dependerá del médico elegir la terapia más adecuada con el fin para tratar de salvar las dos vidas en juego, no siendo el efecto buscado la muerte del niño.  Será una decisión de quirófano, basada en las múltiples variables que ofrece el caso real, la condición existente. De ahí el rechazo por parte de los médicos peruanos a la Guía.

veronika mendoza1 300x180 La trampa semántica del “aborto terapéutico”
Congresista Verónika Mendoza

La congresista Verónika Mendoza Frisch –con el ánimo de falsificación histórica que caracteriza desde siempre a cierta izquierda radical peruana– sostiene la siguiente especie, en un artículo que ya desde su título refleja la carencia de ecuanimidad con la que fue escrito: “Se trata de una herramienta que va a permitir salvar la vida de decenas de mujeres cada año.  Sin embargo hay quienes se oponen a esto, hay quienes siguen creyendo que las mujeres no tenemos derechos, ni siquiera derecho a la vida, que somos sacrificables úteros andantes; lo creen y, lo que es peor, lo predican en nombre de Dios.”[2] Al margen del extravagante anacronismo de sostener que  “antes” –supongo que antes del 27 de junio– se consideraba que las mujeres no tenían derechos y eran meros úteros andantes, lo que más llama la atención es su afirmación fantástica de que con la Guía que no sirve para nada (según la Federación Médica del Perú) se salvarán “decenas de vidas de mujeres”. Ignora –o pretende ignorar – que el país latinoamericano con menor mortalidad materna y que cada vez presenta tasas mayores de reducción de este indicador es nada menos que Chile[3], cuyo código penal es más ajustado y exacto que el nuestro respecto al aborto, y lo prohíbe en toda circunstancia. El artículo del código penal chileno de 1931 era similar al peruano de 1924, pero fue enmendado en 1989, porque por razón del avance de la ciencia médica ya no era más justificable hablar de esa entelequia abstracta.

En resumen, el país latinoamericano  en donde hay una mayor reducción de la muerte materna, exhibiendo indicadores similares a naciones desarrolladas es un país que prohíbe de forma taxativa todo aborto. ¡Qué paradoja! ¿O no será que esa reducción no depende de protocolos ideológicos ideados por ONGs políticas de izquierda,  sino de reales mejoras en los servicios de salud? ¿No será, más aun, que, como lo demuestra la historia de la obstetricia y la medicina materno-infantil, los avances que logran estas reducciones se deben precisamente a evitar el camino cruel y fácil del mal llamado “aborto terapéutico” y alcanzar resultados justos integralmente?

Una trampa semántica es un concepto que, en esencia, no tiene significado, pero que es fabricado con la intención de ser utilizado, precisamente por su naturaleza difusa, para confundir a la opinión pública y manipularla, haciéndole tomar posiciones que, de aparecer claramente, serían repudiadas. En este caso, ya desde el nombre se presenta la incongruencia, una terapia busca preservar la vida humana, el aborto tiene como fin terminarla; peor aún, la realidad signada por ese nombre es una entelequia casi inexistente, irreductible a la praxis médica real en nuestros días. El nombre es falso y la realidad que ese nombre revela, inexistente. Pero el lobby abortista parece imitar a Humpty Dumpty, el personaje de A través del espejo:

.Cuando yo uso una palabra –insistió Humpty Dumpty con un tono de voz más bien desdeñoso– quiere decir lo que yo quiero que diga…, ni más ni menos.

–La cuestión –insistió Alicia– es si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

–La cuestión –zanjó Humpty Dumpty– es saber quién es el que manda…, eso es todo.[4]


3. Una manipulación flagrante

El lobby abortista ha utilizado con fruición el caso L.C. como una forma de “concientizar” al público sobre la despenalización del aborto. El caso fue llevado por las ONGs abortistas incluso ante un organismo multilateral de la ONU, el CEDAW[5], que sancionó de forma “no vinculante” al Perú.

Se trata de L. C., una menor de 13 años que quedó embarazada producto de una violación, intentó luego suicidarse lanzándose del techo de su casa, sufriendo una lesión que le partió la médula espinal en dos. No fue intervenida inmediatamente al llegar al hospital, por una lesión en la zona de la incisión, además del embarazo. Los médicos deciden, después de analizar el caso, someter a la paciente a una operación electiva, eso es, a una operación de carácter no urgente y, por tanto, con una fecha programada ulteriormente. Paralelamente –y en circunstancias que revelan la existencia de un sospechoso asesoramiento externo al ámbito familiar de L. C., caracterizado por la extrema precariedad material – la familia de la paciente solicita en tres ocasiones  por escrito la realización de un “aborto terapéutico”. Pero al ser considerada la operación electiva y no urgente, la Junta Médica del hospital no cree conveniente ni necesaria la realización de tal procedimiento y rechaza esa solicitud en tres ocasiones. De todas formas y tratándose de una médula cercenada, la operación no tenía como fin la curación de L. C., sino acelerar una mejora en la calidad de vida en aspectos puntuales y reducir la morbilidad ulterior. Tiempo después, L.C. sufre un aborto espontáneo. La operación se realiza posteriormente y –aparentemente– no trajo el resultado óptimo que se esperaba. Según la opinión personal del doctor Alfredo Guerreros, subdirector del Hospital Daniel Alcides Carrión de El Callao –donde ocurrieron estos hechos, pero durante una gestión anterior –, él hubiera hecho la intervención inmediatamente, a pesar de la lesión detectada, pero con respecto a practicar el aborto, “se le hace muy difícil pensar en eso”[6]. En todo caso, queda claro que de haberse realizado el aborto, en cualquier circunstancia o tiempo, L. C. jamás habría podido revertir las consecuencias de una médula cercenada.

Queda claro, además, que, aun de haberse producido una negligencia por parte de la Junta Médica al no operar inmediatamente, esta negligencia no puede ser achacable ni a la no práctica del aborto ni mucho menos a la no existencia de un protocolo, pues es probable que –dada la índole de la decisión que se tomó y la presencia de la otra lesión detectada –, hubiera podido también diferirse la operación, incluso existiendo una guía.

Resulta curioso, en este sentido, comprobar que antes del 27 de junio –ese día que pro-abortistas como la congresista Mendoza parecen considerar como el inicio de una nueva medida de los tiempos de alcance cósmico– ya existían, según el diario La República del 14 de junio del 2014, 17 guías internas en hospitales del país, referidas a los casos donde podría incurrirse en el mal llamado “aborto terapéutico”[7].

¿A qué viene, entonces, este parto de los montes, que probablemente en los próximos días no varíe en apariencia en nada la situación actualmente existente?

4. Trasvase ideológico inadvertido: una vieja trampa

Alertaba el profesor Plinio Correa de Oliveira en 1966, contra un proceso de guerra ideológica bastante insidioso, que consistía en una llamada aparentemente pacífica e inocua al diálogo por parte –en aquel tiempo – del totalitarismo comunista, pero cuyo truco consistía en iniciar ese diálogo a partir de categorías y conceptos creados por el totalitarismo, para así lograr que el opositor dialogante, en menos tiempo de lo que podía imaginarse y a fuerza de “dialogar” con categorías contaminadas, acabe reducido a la impotencia y a la confusión o, peor aún, convertido en un “compañero de ruta”[8].

Podemos comprobarlo con la trampa semántica del “aborto terapéutico”, cuya aceptación mediática abre el camino a la aceptación de las otras formas de este delito entre la opinión pública.

El fin de la Guía Técnica sería, entonces, generar las condiciones para un trasvase ideológico que abra las puertas para la despenalización absoluta del aborto. De ahí que abortistas maximalistas como PROMSEX y otras ONGs hayan “saludado” su aparición, aunque en teoría, no ofrecería mayores cambios. Mientras saludan la Guía Técnica, preparan y difunden la campaña Déjala decidir, a favor de la despenalización del aborto por violación. Y cuando llegue esa despenalización, prepararán ulteriores campañas hasta hacerlo totalmente libre, manipulando en cada escalón a sectores moderados, a los que sucesivamente irán engañando, primero, y luego trasvasando.

Tienen que quedar claras para la opinión pública las verdaderas intenciones de quienes están detrás de la Guía Técnica.

El trasvase ideológico explica la presencia en la Guía de términos como “contenido uterino” para referirse al concebido (6.7) y en el punto 6.5, la mención a notorias categorías del enfoque de género proabortista, anti-familia y de progenie neomarxista como “derechos sexuales y reproductivos” o “igualdad y no discriminación”.

Especialmente sugerente resulta el punto 11, mencionado entre las “entidades clínicas” o causas en las que el aborto podría ser el único medio para salvar la vida de la gestante: “Cualquier otra patología materna que ponga en riesgo la vida de la gestante o genere en su salud un mal grave y permanente, debidamente fundamentada por la Junta Médica”.

Aquí volvemos a la  Junta Médica de siempre. Bien mirado, este solo punto señala la inutilidad esencial de la Guía misma. A no ser, claro está,  que las intenciones sean otras. Y se abre además una inquietante puerta para abusos y extrapolaciones.

Ya se había intentado unos años la misma maniobra mediante un “Protocolo para el Manejo de Casos de Interrupción Legal del Embarazo” de febrero del 2008, emitido por la dirección de salud del gobierno regional de Arequipa, presidido por Juan Manuel Guillén, actualmente denunciado  por corrupción. Allí, la cláusula sorpresa era la siguiente: 2.24. Trastornos mentales severos y otros procesos clínicos que serán dictaminados por una Junta Médica porque ponen en riesgo la vida y la salud de la gestante. Ante el rechazo de diversos sectores de la opinión pública  y dos informes en contra, uno de la Defensoría del Pueblo y otro del Ministerio de Justicia que señalaba su directa oposición al derecho a la vida consagrado  en la Constitución, la propuesta –totalmente imprevista y orientada a introducirlo de contrabando– tuvo que ser rápidamente desechada. [9]

Ahora el gobierno de Ollanta Humala – contradiciendo de forma más  que elocuente  sus promesas de campaña e incluso, aparentemente, sus convicciones particulares sobre la materia[10] – pero en sintonía con los diversos sectores radicales que rodeaban su entorno político y con diversos organismos internacionales, ha introducido el primer gran avance de la causa abortista en la historia del Perú.

5. Lo que en verdad ocurre

La estrategia abortista consiste en desacreditar a los opositores del aborto considerando sus argumentos –aun si son puramente jurídicos o científicos – como religiosos y a ellos mismos como fundamentalistas o enfermos mentales. Rechazan con descalificaciones personales cualquier alusión a principios, sean jurídicos o morales, y reducen el nivel a lo particular y a lo engañoso, al slogan fácil pero sin fundamento. Como hemos visto, el lobby abortista no vacila, incluso, en hacer uso sistemático de casos particulares manipulados para engañar a la opinión pública y presionar a los políticos. Prefigurando la actitud de las feministas y abortistas en otros lugares de Latinoamérica (que involucra vandalismo y ataques a iglesias y fieles católicos[11]), aquí empiezan a manifestarse los primeros indicios de una gran intolerancia y agresividad contra la opinión pública pro-vida  y contra sus voceros.

El lobby proabortista ha logrado una primera gran victoria en el Perú. El fin inmediato de la Guía, lejos de ser técnico o humanitario, es político: lograr un trasvase ideológico de la opinión pública e iniciar la aceptación legal del aborto.

No es una mera coincidencia que la Guía se apruebe precisamente en el mismo tiempo en que se ha logrado introducir un  intenso  debate respecto de la Unión Civil para personas del mismo sexo, cuyo proyecto de ley se discutirá en la próxima legislatura. Ambas forman parte del proceso de reingeniería social de dimensiones globales, cuyo objetivo es redefinir la misma fábrica de lo humano, obliterar los últimos vestigios de la vieja verdad clásica de la sociabilidad natural del hombre y reemplazarlos por un a-nomos signado por la absoluta arbitrariedad. De ahí el entusiasmo que ambas medidas despiertan en los sectores políticos herederos del totalitarismo comunista; sería la utopía máxima del estatismo, ya no el ingenuo que buscaba la revolución controlando simplemente los medios de producción, sino uno más profundo e insidioso, orientado a constituir al Estado en el árbitro único y supremo de las realidades más básicas de la vida humana: decidir mediante una Ley autojustificada y autoinmpuesta, quién es persona y cuándo comienza o acaba la vida y qué realidad puede ser definida como familia, sin tener en cuenta las voces de la ciencia, de la tradición o de cualquier idea teleológica o extrajurídica de moral.

El totalitarismo ha triunfado en el Perú en esta ocasión. Y eso nos demuestra una vez más una verdad olvidada: sus corifeos no vacilan en mentir, imponer sus designios aun contra la Constitución y asesinar mediáticamente y difamar a sus opositores; para ellos, ineluctablemente, “fuera del poder todo es ilusión”.

Corresponde a la opinión pública precaverse contra el lobby abortista, comprendiendo que sus maniobras de campaña  no son simplemente un proceso administrativo ministerial o una ley sobre temas patrimoniales, sino pasos en el proceso de construcción de una utopía anárquica y antihumana.


[1] Dr. Jesús Bonilla, entrevista en Canal N, 30 de junio del 2014,

https://www.youtube.com/watch?v=Nu4cGLgWZvU#t=146 Aparte de la Federación Médica Peruana, han manifestado su rechazo el Colegio Médico del Perú, el Cuerpo Médico del Instituto Nacional Materno-Perinatal, el Cuerpo Médico del  Hospital  Loayza,  entre otros.

[2] Verónika Mendoza Frisch,  Cipriani no irá al infierno,

https://veronikamendoza.lamula.pe/2014/06/30/cipriani-no-ira-al-infierno/veronikamendoza/

[3] “En el caso de Chile, estudios más recientes, como el Estado Mundial de la Infancia, de Unicef, reportan un descenso todavía mayor en la RMM (reducción de muerte materna), con 18 muertes por cada 100.000 n.v. en 2009, manteniendo así la tendencia decreciente que tuvo inicio en la década de 1990, cuando se llegaron a registrar 41 muertes por cada 100.000 n.v. Edigio Crotti, representante de Unicef para Chile, afirma que el país exhibe indicadores similares a los de naciones desarrolladas, gracias a que en los últimos 50 años se ha realizado una inversión permanente en el área de salud materno-infantil, lo que contribuyó a aumentar la atención profesional del parto y a reducir las enfermedades que complican el embarazo, parto y puerperio”, Centro Latino-Americano em Sexualidade e Direitos Humanos,  Mortalidad materna en América Latina, http://www.clam.org.br/publique/cgi/cgilua.exe/sys/start.htm?infoid=8676

[4] Lewis Carroll,  A través del espejo (1871), cap. 6

[5] Conference for the End of Discrimination against Women, por sus siglas en inglés. Defiende la despenalización absoluta del aborto y el enfoque de género. Sobre su intervención en el caso L. C.: http://www.cladem.org/infocom/articulos/125-caso-lc-vs-peru-comite-cedaw

[6] A pesar de la evidente parcialidad del reportaje –que en algunos casos llega a la manipular, editar e inducir respuestas durante la parte más importante, esto es, la explicación por parte del subdirector del nosocomio de las características del caso –,  puede fácilmente percibirse la instrumentalización tendenciosa (rayana con la mentira) de la tragedia de L.C. por parte de los pro-abortistas en el siguiente reportaje, emitido por  el programa Cuarto Poder en 2009: Primera parte https://www.youtube.com/watch?v=S32Z6s0u_DE , segunda parte:  https://www.youtube.com/watch?v=gSdNUDXhrw4 .

[7] http://www.larepublica.pe/14-06-2014/onu-evaluara-al-peru-el-1-de-julio-por-aborto-terapeutico

[8]Plinio Correa de Oliveira, “Trasvase ideológico inadvertido y diálogo”, en Verbo, serie V, números 42-43, Fundación Speiro, Madrid, 1966, pp. 77-165

[9] Es interesante revisar que, entre  las demás causales de aborto terapéutico presentes en el protocolo arequipeño del 2008, antecedente directo de la Guía actual y realizado con la asesoría de PROMSEX y  otras organizaciones y figuras abortistas, no se encuentra ningún caso clínico semejante al de L. C. ¿Indicio de que en verdad en ese caso el aborto terapéutico no era el único medio para preservar la vida de la madre o su salud de algún mal grave y permanente? La Guía actual se cura en salud al poner, en singular diferencia con su antecedente arequipeño, lesión neurológica severa que empeora con el embarazo. Una razón muy elocuente que revela la manipulación del caso.

[10] “Humala se proclama ‘católico conservador’ ”,  Diario 16, 22 de marzo del 2011 http://diario16.pe/noticia/2606-humala-se-proclama-cataolico-conservador. “Estas mismas palabras las repitió el aspirante presidencial al término de la reunión. Además, aseguró que el plan de Gobierno de su partido tiene muchas coincidencias con los preceptos doctrinarios esgrimidos por Cipriani. “Nosotros hemos expuesto, en los temas controversiales, como el matrimonio de homosexuales, que nosotros pertenecemos a una familia católica, conservadora, y creemos que la familia es el núcleo de la sociedad, conformado por el hombre, la mujer y los hijos. En el tema del aborto, hemos expuesto que creemos en la defensa de la vida”, puntualizó.”.  Sobran los comentarios.

[11]Existen elocuentes testimonios  de  los ataques a las catedrales y agresión física a los fieles en  San Juan https://www.youtube.com/watch?v=ZVbGzFS9k94, Neuquén https://www.youtube.com/watch?v=zfu8oAD3j9w, y  Posadas en Argentina https://www.youtube.com/watch?v=V_4Tr3yyC_I Todos estos ataques fueron obra de grupos feministas y abortistas explícitos que acostumbran culminar así sus eventos de agitación y propaganda.

1 comment to La trampa semántica del “aborto terapéutico”

  • Bueno, yo creo que es una decisión que debe tomar cada madre. Nadie debería obligar a ninguna mujer a abortar o a tener un hijo. Deben ser libres para decidir.

Leave a Reply

 

 

 

You can use these HTML tags

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>