Caviezel demuestra que sus convicciones éticas y religiosas las mantiene a pesar de la oposición que el mundo del cine tiene por estos temas. Así, en medio de la entrevista, y como una especie de contrapunto entre el mundo islámico y el occidental, le preguntan: “¿Cuál es la mayor lacra moral del mundo occidental?”. Su respuesta fue: “el aborto”.