/>
Este informe fue realizado para las elecciones del 2016 pero como se trata de un an�lisis doctrinal no ha perdido vigencia e igualmente lo hemos actualizado pues hoy no se atenta s�lo contra la vida sino tambi�n contra la familia. La idea de este informe es responder a la pregunta si el cat�lico tiene gu�as dadas por el Magisterio de la Iglesia para que pueda discernir un voto �tico, y en este caso concreto, con respecto a su contribuci�n en el plano pol�tico a la defensa de la vida y de la familia.
En las circunstancias actuales del Per�
El papel del Congreso es legislar, representar y fiscalizar. Su papel en la defensa de la vida y la familia es sumamente importante pues contamos con un Estado ideologizado y, al mismo tiempo, han existido a lo largo de los a�os intentos de partidos de izquierda y otros grupos pol�ticos, que alentados y promovidos por ONG�s financiadas con dinero extranjero, y coordinadas con la ONU y sus plataformas, de promover el cambio de la legislaci�n en el Per� a favor del aborto (su despenalizaci�n) y la ideolog�a de g�nero (educaci�n, feminismo radical, matrimonio homosexual). Al mismo tiempo, de quitarle a los padres de familia su patria potestad sobre sus hijos menores de edad en materia de educaci�n y salud (ideolog�a de g�nero, uso de anticonceptivos, aborto).
En el caso peruano es sumamente importante elegir congresistas consistentes provida y profamilia, que no har�n� componendas pol�ticas, pues saben que la defensa de la vida y de la familia no son negociables y que son insustituibles para alcanzar el bien com�n y una sociedad y un pa�s s�lidos. Congresistas que defiendan la Constituci�n en sus puntos provida y profamilia y que fiscalicen a este Estado ideologizado especialmente en sus Ministerios de Educaci�n, Justicia, Salud y de la Mujer.
Tanto para cat�licos como no cat�licos
Pero si bien hemos querido hacer un informe para los cat�licos en el cual la ense�anza de la Iglesia es el marco referencial, no podemos dejar de mencionar que la �tica cat�lica al basarse en la moral natural puede ser entendida y ser aceptable por personas de otros credos, como tambi�n agn�sticos y ateos que consideran, al igual que la doctrina cat�lica, al aborto como el acto injusto de eliminar la vida de un ni�o en el vientre de su madre (1).
Debido a que el voto que ejercen los ciudadanos cat�licos, en unas elecciones es un deber y un derecho, adem�s de un acto pol�tico que tiene repercusiones sociales, el principal documento para nuestro informe es el Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia (CDSI), �encargado por San Juan Pablo II para su realizaci�n al Pontificio Consejo “Justicia y Paz” y que fue publicado en el 2005. �Precisamente el Papa Francisco se refiri� a este Compendio como un instrumento muy adecuado para reflexionar sobre las graves cuestiones sociales (2) .
La Iglesia ense�a que su doctrina social �se trata de una doctrina que debe orientar la conducta de las personas� (3) y �se sit�a en el cruce de la vida y de la conciencia cristiana con las situaciones del mundo…�. (4) (CDSI, 73).
Para poder entender la gravedad y la dimensi�n �tica que tiene el aborto en el plano social debemos tener en cuenta que la Iglesia se�ala en su Catecismo lo siguiente:
�El aborto directo (procurado), es decir, querido como un fin o como un medio, es gravemente contrario a la ley moral� (5). El aborto es un crimen, �un da�o irreparable causado al inocente a quien se da muerte, a sus padres y a toda la sociedad� (6). �El derecho inalienable de todo individuo humano inocente a la vida constituye un elemento constitutivo de la sociedad civil y de su legislaci�n� (7).
O el mismo Papa Francisco recientemente (8):
�El aborto no es un “mal menor”. Es un crimen. Es echar fuera a uno para salvar a otro. Es lo que hace la mafia. Es un crimen, es un mal absoluto�.
Para aligerar y hacer m�s entendible lo que ense�a la Iglesia sobre esta materia, lo desarrollaremos a trav�s de preguntas:
1) �La Iglesia por qu� opina acerca de c�mo debe votar un cat�lico?
El voto para las elecciones de los futuros gobernantes tiene unas consecuencias en la vida social y en numerosos �mbitos (pol�ticos, econ�micos, legales, ecol�gicos, etc.). Por lo tanto, el voto tiene un car�cter moral por su v�nculo con el desarrollo social desde una visi�n integral del hombre.
Como se�ala la Iglesia, �mediante el cumplimiento de los deberes civiles comunes, “de acuerdo con su conciencia cristiana”(9), en conformidad con los valores que son congruentes con ella, los fieles laicos desarrollan tambi�n sus tareas propias de animar cristianamente el orden temporal, respetando su naturaleza y leg�tima autonom�a (10),�y cooperando con los dem�s, ciudadanos seg�n la competencia espec�fica y bajo la propia responsabilidad (11). Consecuencia de esta fundamental ense�anza del Concilio Vaticano II es que �los fieles laicos de ning�n modo pueden abdicar de la participaci�n en la �pol�tica�;�es decir, en la multiforme y variada acci�n econ�mica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover org�nica e institucionalmente el�bien com�n� (12), que comprende la promoci�n y defensa de bienes tales como el orden p�blico y la paz, la libertad y la igualdad, el respeto de la vida humana y el ambiente, la justicia, la solidaridad, etc.� (13).
Sobre esta participaci�n del cat�lico en la vida social el Papa Francisco se�ala:
�…nadie puede exigirnos que releguemos la religi�n a la intimidad secreta de las personas, sin influencia alguna en la vida social y nacional, sin preocuparnos por la salud de las instituciones de la sociedad civil, sin opinar sobre los acontecimientos que afectan a los ciudadanos. �Qui�n pretender�a encerrar en un templo y acallar el mensaje de san Francisco de As�s y de la beata Teresa de Calcuta? Ellos no podr�an aceptarlo. Una aut�ntica fe �que nunca es c�moda e individualista� siempre implica un profundo deseo de cambiar el mundo, de transmitir valores, de dejar algo mejor detr�s de nuestro paso por la tierra� (14).
Conclusi�n: El voto, es una expresi�n de la participaci�n en la vida social y en la pol�tica de laico cat�lico, y a su vez tiene que encontrarse de acuerdo a su conciencia cristiana y en conformidad con los valores que son congruentes a ella.
2) �Votar no es un tema de conciencia personal?
S�, lo es. Pero existe en nuestra cultura actual, una mal entendida autonom�a de la conciencia que tal como lo se�ala el Catecismo de la Iglesia Cat�lica�(15) puede llevar a desviaciones del juicio en la conducta moral.
Sin entrar en profundidades filos�ficas podemos decir que el juicio de la conciencia implica la obligaci�n que en este acto exista un v�nculo entre mi libertad con la verdad porque “la madurez y responsabilidad de estos juicios se demuestran no con la liberaci�n de la conciencia de la verdad objetiva, en favor de una presunta autonom�a de las propias decisiones, sino, al contrario, con una apremiante b�squeda de la verdad y con dejarse guiar por ella en el obrar”.�(16) (CDSI, n. 139)
Entre las fuentes para formar e iluminar la conciencia del cat�lico se encuentra la Palabra de Dios, la oraci�n, los testimonios o consejos de los otros y las ense�anzas autorizadas de la Iglesia (17).
Conclusi�n: Si bien el voto es un acto de conciencia personal, �ste debe ser iluminado por fuentes que se encuentran en coherencia con los valores morales verdaderos, dados por la Palabra de Dios, la Ense�anza de la Iglesia, el derecho natural y la raz�n.
3) �Los cat�licos antes de votar debemos preguntarnos sobre la posici�n del candidato al congreso frente a la defensa de la vida� y la familia?
S�. Y la raz�n es que existe una relaci�n entre candidatos, planes de gobierno y su posici�n firme o permisiva con respecto a la vida y la familia. Por ejemplo, una posici�n de un congresista permisiva al aborto es aquella que si bien el aborto no se encuentra en sus planes congresales, s� se encuentra personalmente a favor de �ste, por tanto, no se opondr� a iniciativas en el gobierno a favor del mismo o cuando se vote en el pleno del Congreso una ley que lo apoye.
Por otro lado existe una relaci�n entre la defensa de la vida y la familia con los valores fundamentales de la sociedad. Estar a favor del aborto es estar a favor de la eliminaci�n de los m�s d�biles, es ingresar a la espiral que unos merecen vivir y otros no. Es al mismo tiempo destruir el valor sagrado de la vida. De alguna manera lo graficaba bien la Madre Teresa de Calcuta: “Si el aborto no est� mal, entonces nada est� mal”.
Con respecto a la familia, el mayor peligro es la ideolog�a de g�nero. Todos somos testigos de c�mo a trav�s de la Educaci�n se piensa cambiar la mentalidad de los menores de edad. Eso es parte de toda dictadura: arrebatar a los padres de familia la potestad sobre sus hijos. Eso no es negociable.
Con respecto a defender a la familia, las elecciones son un momento privilegiado para hacerlo. Por ejemplo la Familiaris Consortio afirma: “La funci�n social de las familias est� llamada a manifestarse tambi�n en la forma de intervenci�n pol�tica, es decir, las familias deben ser las primeras en procurar que las leyes y las instituciones del Estado no s�lo no ofendan, sino que sostengan y defiendan positivamente los derechos y los deberes de la familia. En este sentido las familias deben crecer en la conciencia de ser �protagonistas� de la llamada �pol�tica familiar�, y asumirse la responsabilidad de transformar la sociedad; de otro modo las familias ser�n las primeras v�ctimas de aquellos males que se han limitado a observar con indiferencia”. (18)
Los documentos que manifiesta este car�cter moral del voto vinculado a la posici�n de los candidatos con respecto al aborto son:
A. �En 1974 la Sagrada Congregaci�n para la Doctrina de la Fe a trav�s del documento “Declaraci�n sobre el aborto procurado” afirma:
�En todo caso debe quedar bien claro que un cristiano no puede jam�s conformarse a una ley inmoral en s� misma; tal es el caso de la ley que admitiera en principio la licitud del aborto. Un cristiano no puede ni participar en una campa�a de opini�n en favor de semejante ley, ni darle su voto, ni colaborar en su aplicaci�n� (19).
B. San Juan Pablo II en su enc�clica Evangelium Vitae volver� a incidir en este criterio de acci�n moral:
�En el caso pues de una ley intr�nsecamente injusta, como es la que admite el aborto o la eutanasia, nunca es l�cito someterse a ella, “ni participar en una campa�a de opini�n a favor de una ley semejante, ni darle el sufragio del propio voto“� (20).
C. En un contexto m�s amplio la Sagrada Congregaci�n para la Doctrina de la Fe a trav�s de la “Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los cat�licos en la vida pol�tica�” se�ala:
�…la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realizaci�n de un programa pol�tico o la aprobaci�n de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral� (21). (Compendio DSI, 570)
D. Tambi�n un documento de la Conferencia Episcopal Peruana ante las elecciones municipales y regionales de setiembre del 2010 public� el documento titulado “La pol�tica debe buscar el bien com�n y no el beneficio grupal ni personal” se�alando en su punto 5:
�Debe tenerse en cuenta adem�s la visi�n �tica y moral de los candidatos�ante�los valores fundamentales como la defensa de la vida humana, de la familia, del matrimonio, de la dignidad de la mujer, y de los derechos humanos�ya que el futuro del pa�s exige de todos los peruanos, pero de manera particular de sus autoridades, rectitud �tica en el desarrollo de sus responsabilidades para realizar y apoyar los cambios que nuestra sociedad necesita��(22).
Conclusi�n:
Siendo el aborto contrario a los contenidos de la fe como de la moral, e igualmente ir en contra de la familia, ser�a inmoral votar por un candidato que impulse o promueva o sea permisivo con leyes favorables en contra de la vida y la familia.
4. �Es el aborto el �nicos criterio decisor a la hora de votar por un candidato?
No. Para votar por determinado candidato el que este se encuentre a favor del aborto o no, no es el �nico criterio decisor, pero la �tica exige que este otro criterio tiene que ser de igual importancia o gravedad que el del aborto. Los siguientes puntos nos pueden iluminar al respecto:
El Papa Benedicto XVI en su Exhortaci�n Apost�lica PostSinodal Sacramentum Caritatis se�ala que existen cuatro valores no negociables en la vida social. En el punto 83 de dicho documento se�ala:
�El culto agradable a Dios nunca es un acto meramente privado, sin consecuencias en nuestras relaciones sociales: al contrario, exige el testimonio p�blico de la propia fe. Obviamente, esto vale para todos los bautizados, pero tiene una importancia particular para quienes, por la posici�n social o pol�tica que ocupan, han de tomar decisiones sobre valores fundamentales, como
- �El respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepci�n hasta su fin natural.
- �La familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer.
- �La libertad de educaci�n de los hijos.
- �La promoci�n del bien com�n en todas sus formas.
Estos valores no son negociables�.
F�jense que el primer punto no negociable es con respecto a la defensa de la vida, y los siguientes dos est�n en relaci�n con la defensa de la familia y contra la ideolog�a de g�nero. Tanto la ideolog�a de g�nero propone el matrimonio de cualquier tipo como quitarle la educaci�n de los hijos a los padres imponiendo su agenda ideol�gica en los colegios. El cuarto punto introduce la importancia del bien com�n, pero no puede haber bien com�n si no existe defensa de la vida, de la familia ni de la educaci�n libre de los hijos. As� que todos los puntos que se�ala Benedicto XVI est�n unidos entre s� y no son negociables.
Precisamente teniendo como base estos valores no negociables se firm� en julio de 2014 el �Compromiso por el Per��: Defensa de la Vida, la Familia, la Educaci�n y la Libertad Religiosa, y que suscribieron varios partidos e Iglesias.
Por lo tanto, en nuestras relaciones sociales, y ello incluye el voto que ejercemos, la Iglesia ense�a que estos valores tienen una importancia tal, que al violarlos se atenta gravemente contra los derechos de los dem�s e impide alcanzar el bien com�n de la sociedad. En ese sentido, por ejemplo, no se puede comparar el ir en contra de algunos de estos valores con respecto a cuestiones t�cnicas o econ�micas como puede ser inversi�n en infraestructura o leyes electorales y compararlas con el derecho a la vida o la familia o la libertad de los padres a educar a sus hijos en los valores que ellos decidan.
Es bueno se�alar por ejemplo que la Evangelium Vitae se�ala que el aborto colisiona contra el logro del bien com�n:
�Por tanto, las leyes que autorizan y favorecen el aborto y la eutanasia se oponen radicalmente no s�lo al bien del individuo, sino tambi�n al bien com�n y, por consiguiente, est�n privadas totalmente de aut�ntica validez jur�dica. En efecto, la negaci�n del derecho a la vida, precisamente porque lleva a eliminar la persona en cuyo servicio tiene la sociedad su raz�n de existir, es lo que se contrapone m�s directa e irreparablemente a la posibilidad de realizar el bien com�n� (23).
—————————————————————-
[1] “La�doctrina social de la Iglesia es una ense�anza expresamente dirigida a todos los hombres de buena voluntad”. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 84
[2] Papa Francisco, Exhortaci�n Apost�lica�Evangelii Gaudium, 184
[3] Juan Pablo II, Carta enc. Sollicitudo rei socialis, 41
[4] Juan Pablo II, Carta enc. Centesimus annus, 59
[5] Catecismo de la Iglesia Cat�lica, 2271
[6] Catecismo de la Iglesia Cat�lica, 2272
[7] Catecismo de la Iglesia Cat�lica, 2273
[8] Conferencia de Prensa del Papa Francisco durante su vuelo de regreso a Roma luego de su visita a M�jico. 17 febrero 2016
[9] Concilio Vaticano II, Constituci�n Pastoral�Gaudium et spes, n 76.
[10] Concilio Vaticano II, Constituci�n Pastoral�Gaudium et spes, n 36.
[11] Concilio Vaticano II, Decreto�Apostolicam actuositatem, 7; Constituci�n Dogm�tica Lumen gentium, n. 36 y Constituci�n Pastoral�Gaudium et spes, nn. 31 y 43.
[12] Juan Pablo II, Exhortaci�n Apost�lica�Christifideles laici, n. 42.
[13] Sagrada Congregaci�n para la Doctrina de la Fe,�Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los cat�licos en la vida pol�tica, 1
[14] Papa Francisco, Evangelii Gaudium, 184
[15] Catecismo de la Iglesia Cat�lica, no. 1792.
[16] Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 139
[17] Catecismo de la Iglesia Cat�lica, N. 1785
[18] Familiaris Consortio, San Juan Pablo II, 44
[19] Congregaci�n para la Doctrina de la Fe, Declaraci�n del aborto procurado , 22
[20] Juan Pablo II, enc.�Evangelium Vitae, 73
[21] Congregaci�n para la Doctrina de la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los cat�licos en la vida pol�tica, 4
[22] Papa Francisco, Exhortaci�n Apost�lica�Evangelii Gaudium, 183
[23] Juan Pablo II, �enc.�Evangelium Vitae, 72