Frente a la aclaración del Tribunal Constitucional el Ministro de Salud comenzó a reaccionar neciamente (según la RAE, terco y porfiado en lo que hace o dice).
Ha señalado dos temas:
1) Como no puede distribuir ni vender las píldoras del día siguiente, las dona a INPPARES, una subsidiaria de la IPPF, una de las transnacionales que promueven el aborto. Como todos comprenderán, detrás de la donación es vender o distribuir la PDS e INPPARES no ha señalado nada.
INPPARES ha señalado que va a vender las píldoras a 2 a 6 soles y para sus “costos internos” de consejería. Negocio redondo.
2) Lo que es kafkiano es que además como el dictamen de la TC señala que en los insertos de estos medicamentos se mencione su posible efecto abortivo, el Ministro ha señalado que le pedirá al DIGEMID que coloque junto con el inserto otro, en este caso del DIGEMID, señalando que según la OMS no es abortiva. O sea papelito contra papelito.
En otras palabras, el Ministro de Salud actúa en franca rebeldía (es un berrinche) al Tribunal Constitucional. Esa rebeldía, si se es consecuente, debería costarle el puesto porque va en contra del orden constitucional del Estado.
Pero por otro lado, si se siente tan ofendido, debería renunciar a su puesto de Ministro de Salud y emprender este caso ante la Corte Internacional de San José como tanto alienta.
Escuchemos al Ministro de Salud en sus declaraciones hoy de CPN y pedimos disculpas por las fallas de la transmisión.