Un reciente artículo aparecido el 13 de enreo en la página editorial escrito por el canciller José Antonio Belaunde, titulado “Benedicto XVI y Alan García”, señala lo siguiente:
Obviamente que el presidente García no solo transmitió como representante del pueblo del Perú su sentimiento de afecto y de respeto de esta mayoría católica; también le reiteró al Papa el compromiso de nuestro gobierno con la lucha contra la pobreza, la defensa de la vida, la promoción de los derechos humanos y el fortalecimiento de la democracia.
Indudablemente Alan García sabe lo que significa decirle al Papa que su gobierno “esta a favor de la defensa de la vida”.
Nuestra duda es la razón que el presidente García mantiene al Ministro de Salud Oscar Ugarte cuando no solamente ha demostrado que es un ministro que llevó muy mal la epidemia de la gripe H1N1, además que ha demostrado su mal manejo administrativo o nombramientos de directores de hospitales con requisitora judicial, sino que lo más grave es que no ha actuado según lo que ha señalado el eminente jurista Vicente Ugarte del Pino:
Las sentencias deben acatarse, nos gusten o no. De no hacerlo se debe aplicar lo dicho por el TC en el considerando 10 de su resolución aclaratoria, que a la letra señala lo siguiente: “Que como corresponde a un Estado constitucional y democrático de derecho, al declararse fundada la demanda todos los poderes públicos están vinculados y deben cumplir con los fallos de este tribunal. De lo contrario incurrirían en responsabilidad constitucional, afectándose gravemente la gobernabilidad de aquel que constituye el interés de la sociedad.”
Lo que ha debido hacer el Ministro de Salud es anular el Registro Sanitario de la AOE siendo consecuente con lo planteado por el TC al señalar la falta de consenso científico y el riesgo consistente de tener un efecto abortivo. Al contrario, sacó una infame Resolución Ministerial donde con auténtico espíritu esquizofrénico, que se lo ha transmitido al DIGEMID, poner dos insertos con información divergente y confusa, y le hace juego a las farmacéuticas, a las ONG´s controlistas, a los pro AOE y a las feministas abortistas.
¿O fue un doble discurso?