En verdad no queríamos hablar del tema. Creemos que quedaba en evidencia lo que nosotros ya sabíamos: que la Ministra de la Mujer desmerecía su cargo por su ideología feminista promotora del aborto, más aún, por mentir al decir que no está a favor del aborto.
Resulta que se desea interpelar a la Ministra por la muerte de tres niños y el envenenamiento de varias decenas por causa de alimentos provenientes del PRONAA. Es lógico pensar que además se percibió muy mal que la Ministra haya señalado como culpables a las madres que cocinaron los alimentos en su comedor, cuando todo parece indicar que la contaminación fue en los mismos almacenes del PRONAA donde los insecticidas ocupan el mismo espacio que los sacos de alimentos.
Pero vamos a ver: si se le va a interpelar por la irrecuparable y dolorosa muerte de tres niños, ¿por qué no se le interpela también por impulsar la muerte de miles de niños en los vientres de su madre con el protocolo del aborto terapéutico? ¿Acaso la muerte de un niño vale más después de haber nacido?
¿Por qué no evitamos más muertes de seres inocentes en el vientre de su madre?
Seamos coherentes.